El mundo despide a Pepe Mujica, el presidente más pobre y querido de Uruguay
Reconocido mundialmente por su vida austera y su estilo sencillo, Mujica vivía en una granja y donaba la mayor parte de su salario
- 13 de mayo de 2025 a las 15:02

José Alberto Mujica Cordano, expresidente de Uruguay y figura icónica de la política latinoamericana, falleció este 13 de mayo de 2025 a los 89 años de edad. El anuncio fue hecho por el presidente uruguayo Yamandú Orsi, quien lo describió como un “referente, conductor y militante” con profundo amor por su pueblo.

Mujica, conocido mundialmente como “el presidente más pobre del mundo” debido a su estilo de vida austero, enfrentaba una fase terminal de cáncer de esófago, enfermedad que había sido diagnosticada en mayo de 2024 y que posteriormente se expandió al hígado.

En enero de 2025, el exmandatario pidió públicamente que se le permitiera morir en paz: “El guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo.

Uno de los aspectos que más atrajo la atención mundial fue su estilo de vida. Rechazó vivir en la residencia presidencial y continuó habitando su modesta granja en Rincón del Cerro, en las afueras de Montevideo.

Donaba alrededor del 90 % de su salario y se trasladaba en un viejo Volkswagen Fusca. Su patrimonio se limitaba a su chacra, dos vehículos antiguos y tres tractores.

“No me disfrazo de presidente y sigo siendo como era”, dijo alguna vez en una entrevista con la BBC.

Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, Mujica fue criado por su madre tras la muerte de su padre cuando él tenía apenas siete años.

Desde joven militó en el Partido Nacional y luego se incorporó al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), una organización guerrillera de izquierda activa durante las décadas de 1960 y 1970.

Durante su militancia fue herido de bala, encarcelado en cuatro ocasiones y pasó casi 15 años en prisión, en condiciones extremas, incluyendo prolongados periodos de aislamiento. En 1985 fue liberado tras una amnistía general al retorno de la democracia.

Años después, Mujica canalizó su activismo a través del Movimiento de Participación Popular (MPP), del cual fue uno de sus principales referentes. Fue electo diputado en 1994, senador en 1999, y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008 bajo el gobierno de Tabaré Vázquez. En 2009, fue electo presidente de Uruguay bajo la bandera del Frente Amplio (FA), asumiendo el cargo el 1 de marzo de 2010.

Durante su gestión (2010–2015), promovió reformas progresistas como la legalización del matrimonio igualitario y la regulación del mercado de marihuana. También apoyó el derecho al aborto y el fortalecimiento de derechos sociales.

Sin embargo, su mandato también enfrentó desafíos, entre ellos el incumplimiento de promesas en materia de reforma educativa, infraestructura y control del gasto público. Al final de su gestión, el país registró un déficit fiscal del 3,5 % del PIB y problemas financieros en la petrolera estatal.

A pesar del cáncer, Mujica permaneció activo en la política hasta sus últimos meses. Participó en la campaña para apoyar la candidatura presidencial de Yamandú Orsi para el periodo 2025-2030. En sus últimas declaraciones, reiteró su deseo de vivir tranquilo sus últimos días en la granja junto a su esposa, Lucía Topolansky, y pidió ser enterrado allí, bajo un árbol que él mismo había plantado, junto a su perra Manuela.

Mujica deja una huella en la historia contemporánea de Uruguay y América Latina. Su vida inspiró libros, películas y documentales, como el filme del serbio Emir Kusturica. Fue reconocido por su sencillez, sus discursos sobre libertad, y su énfasis en la felicidad como parte esencial de la política.