Tegucigalpa, Honduras.- Llegas a tu casa en la noche, cansado de una larga jornada de trabajo o de estudio y lo que más deseas es poder descansar en silencio. Tus ojos se van cerrando, pero de repente te desconcierta el estruendo de una bocina de la casa que está a la par porque están de fiesta y la algarabía es demasiada.
Uno pensaría que no queda más que resignarse y soportar el alboroto de los vecinos en altas horas de la noche. No obstante, existen vías para resolver esta situación conflictiva.
Las personas que sufren de esta situación pueden llamar al Sistema Nacional de Emergencias 911 y denunciar que está siendo afectado por escándalo público. Usted responderá a las preguntas del operador. A la zona de su residencia llegarán agentes de la Policía Nacional para atender el altercado.
Los denunciados pueden llegar a ser recluidos por 24 horas si el inconveniente persiste. Además de llamar al 911, también se puede denunciar ante la línea 100 en el caso de que el alboroto ocurra dentro del municipio del Distrito Central.
Al llamar a esta línea de la municipalidad, deberá proporcionar información sobre su número de teléfono, nombre del lugar donde vive, calle, número de casa, en caso de tenerlo, descripción de la vivienda, lugar de referencia o zona del incidente.
Según el artículo 153 de la Ley de Convivencia Social, el Departamento Municipal de Justicia deberá sancionar "al que después de la medianoche organice o realice reunión ruidosa que moleste a los vecinos o de cualquier modo perturbe la tranquilidad del lugar con gritos o actos semejantes o aparatos emisores de voces, ruidos y música".
No solo los ruidos de celebraciones en altas horas de la noche se consideran escándalos públicos, sino también disparos al aire, una práctica que incluso puede derivar en la muerte de una persona.
De acuerdo al artículo 55 y 57 del Plan de Arbitrios de la corporación municipal de Distrito Central, las personas que incurran en escándalo público serán sancionadas con una multa entre los 300 a 500 lempiras, considerándose una falta leve.
En el caso de que la persona reincida en esta acción o la cometa de forma intencional, se considerará como falta grave y la sanción puede llegar a ser de 500 hasta 5,000 lempiras.
El artículo 53 del Plan de Arbitrios también indica que "el sonido permitido en zonas residenciales o habitacionales debe ser de un máximo de 65 decibeles dentro de las residencias, y de 50 decibeles fuera de las instalaciones, en un radio de un kilómetro a la redonda".
