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Lista nueva cárcel de máxima seguridad para la Pandilla 18 en Ilama, Santa Bárbara
El módulo está edificado completamente de concreto, acero, torreones y con fuertes controles que garantizan que se eliminen los privilegios a los pandilleros, la capacidad es para 1,472 internos. El INP tendrán un sistema de vigilancia en tiempo real, parecido al del 911.
- 06 de mayo de 2025 a las 00:00

Ilama, Santa Bárbara.- Los integrantes de la Pandilla 18 lograron destruir las puertas y socavaron las paredes de la cárcel de máxima seguridad, construida en la administración anterior, ellos gobernaban cada uno de los módulos hace unos años.
“El Pozo” como se le llama al Centro Penitenciario de Ilama, Santa Bárbara, donde supuestamente existían máximas medidas de seguridad, para evitar que los pandilleros y otros privados de libertad tuvieran el control, tenía muchos privilegios, como se evidenció muchas veces en videos que circularon en redes sociales.
Las actuales autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) encontraron armas, drogas, electrodomésticos y las instalaciones deterioradas, incluso, había módulos donde los custodios no se atrevían a entrar, tenían miedo, narraron los actuales encargados de mantener el orden.
Ante esta situación se determinó construir prácticamente otra cárcel de media seguridad, pero que reúne todas las condiciones para aplicar las restricciones que establecen los códigos mundiales de máxima seguridad y así recuperar el control de las cárceles.
Los procesos de construcción se están realizando mediante contrataciones directas, informaron las autoridades de la Comisión Interventora del INP.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, recorrió la nueva instalación penitenciaria en el occidente de Honduras, recubierta completamente de concreto reforzado, nada es de bloque, para evitar que los reos destruyan las paredes.
Las puertas, gradas, barrotes y cerrojos son completamente de acero, y se sumarán sistemas tecnológicos de seguridad, ya que se busca mantener el control de los líderes de las peligrosas organizaciones criminales, dijeron las autoridades penitenciarias.
El complejo está separado por dos alas, dividido por un pasillo con aduanas de seguridad y cámaras de vigilancia, que estarán activas las 24 horas del día, más la presencia permanente de los custodios.
La misión principal es que los privados de libertad estén confinados, sin ningún privilegio, cada uno será tratado de acuerdo a su nivel de delito cometido, para eso trabajan en un proceso de segregación.
Con las nuevas instalaciones, en los centros penitenciarios considerados más conflictivos del sistema, se busca que los acusados y sentenciados, paguen su pena según los niveles de peligrosidad y comportamiento, dejando claro, que si en un momento hay privilegios, será por la corrupción de los custodios.
¿Cómo son las celdas?
En cada ala hay cuatro pabellones, haciendo un total de ocho, cada uno de los módulos tiene 19 celdas con capacidad para 10 privados de libertad, una de ellas es más amplia, para aquellos internos que sufren alguna discapacidad.
Dentro de cada cuarto, los internos tendrán un servicio de acero inoxidable para que puedan hacer su necesidades, y el lavamanos para que ahí mismo se laven los dientes, todo a la vista de sus compañeros de celda.
La puerta es de acero, con un pasador de tres seguros, además tienen una especie de barrotes para ver hacia el centro del módulo, que es a dos niveles, con mesas y bancas de concreto, donde solo los custodios permitirán la salida y permanencia en ese sitio.
Al fondo del módulos están las duchas y las pilas, ahí se sacarán a los reos, con esposas en los pies y manos, se hará por turnos de acuerdo a cada celda, para que se puedan bañar o lavar el uniforme que ha implementado el INP, y luego serán regresado a su celda.
Cada módulo cuenta con una especie de cocina, con una pequeña ventana, donde se le entregará la comida al privado de libertad, evitando lo más posible, la relación con los agentes penitenciarios.
Cada uno de los módulos, tienen capacidad para 184 privados de libertad, estarán vigilados constantemente desde una cabina con vidrio blindado, y desde una canasta, forrada con malla desplegada de alto calibre, es decir, el control será estricto.
Paredes de concreto
El equipo de ingenieros y arquitectos que edificaron los nuevos módulos, detallaron a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus que las paredes son monolíticas, es decir, que son de concreto con hierro reforzado de alta resistencia.
Nada en la estructura es de bloque, como los módulos de máxima seguridad ya existentes, ahora las paredes tienen un diámetro de aproximadamente 20 centímetros fundidos en una especie de losa solida.
Las estructuras metálicas van empotradas con pernos y epóxico en las paredes, con el objetivo de que los privados de libertad no puedan arrancar con las manos ninguno de los elementos.
El techo también lleva maya desplegada, con una especie de tragaluz, para que entre iluminación natural, además de un aislante térmico, y se ubica a una altura que es difícil que una persona pueda llegar, a menos que use escaleras o andamios.
El piso también está fundido con concreto reforzado y varilla de acero, según los técnicos, es casi improbable que con las simples manos, un privado de libertad vaya a poder cavar ranuras en este tipo de material.
Los alrededores también cuentan con fuertes medidas de seguridad para evitar que se registren escapes, por ejemplo, el módulo cuenta con un pasillo perímetral de mantenimiento, con paredes del mismo concreto.
Esto permitirá que en el caso que se necesiten hacer reparaciones de las tuberías u otra falla, los obreros lo hagan desde afuera y no tendrán que ingresar al módulo donde estarán recluidos los pandilleros.
Cada una de las salas de la nueva cárcel, no tienen conexiones eléctricas como toma corrientes dentro de las celdas, las luces serán manejadas directamente por los agentes penitenciarios, y en caso de permitirles un televisor en el área abierta, será con supervisión.
Además se construyeron dos nuevos torreones, que permiten mantener una visión general de todo el recinto penal, y tendrá dos cercos perimetrales con malla ciclón y serpentina especial, a varios niveles en cada cerco.
Debido a que se está duplicando la capacidad de población en Ilama, de 1,500 a 2,972 privados de libertad, se construyeron nuevos pozos y plantas de tratamiento de aguas residuales, para no contaminar el río Ulúa, que cruzan muy cerca del recinto penitenciario.
Dentro de la estructura del módulo se instaló un sistema contra incendios, que se activa en caso que se registre algún incidente, además, el tipo de pintura utilizada también evita el fuego.
Mantener el control
En el recorrido con el equipo de EL HERALDO Plus, estuvo el teniente coronel, Franklin López, director del centro penitenciario de Ilama, quien aseguró que con las nuevas instalaciones podrán mantener el control de todos los módulos con mayor seguridad.
Dijo que el módulo reúne todas las condiciones para implementar un sistema de máxima seguridad, y será en los próximos días que las máximas autoridades del INP les darán las instrucciones para definir el régimen.
A finales de abril, cuando EL HERALDO Plus, visitó este centro penitenciario, se comprobó que adentro ya estaban finalizadas las labores de obra gris, solo faltaba la instalación de vidrios blindados y cámaras.
El teniente coronel dijo que los privados de libertad deben permanecer 23 horas al día en las celdas y saldrán a tomar al sol dentro del mismo módulo, donde están las bancas de concreto, ahí mismo van a comer, pero siempre bajo la vigilancia de los custodios.
“Con los módulos ya existentes, no hemos tenido ningún tipo de incidencia, ustedes lo han podido ver, esperamos que cuando estos módulos se finalicen, seguir aplicando las medidas, de acuerdo a las instrucciones que se nos den”, declaró.

Las autoridades penitenciarias afirmaron que la Pandilla 18 requiere más controles, por su forma de actuar, y se requieren de medidas firmes para evitar que se enfrenten y sigan cometiendo delitos desde los centros penitenciarios.
Ramiro Fernando Muñoz, presidente de la Comisión Interventora del INP, destacó que hace 18 meses, ellos como Policía Militar del Orden Público (PMOP) recibieron los módulos de Ilama y La Tolva prácticamente destruidos.
Ahora estarán separados
Muñoz narró a EL HERALDO Plus, que los módulos de máxima no tenían puertas, los internos se comunicaban por todos lados y ellos mismos hacían barreras para agarrarse a disparos, ahora Ilama tendrá todas las condiciones modernas para casi 1,500 privamos de libertad.
“Con este módulo y el de La Tolva, nunca más vamos a volver a juntar a las maras y pandillas, vamos a sacar a la gente de máxima de Támara y los vamos a mandar a donde están todos los que son parte de ellos, a máxima, igual”, afirmó.
Detalló que en Ilama está la pandilla 18, al solo terminar las obras, entre el 10 y el 15 de mayo, todos los pandilleros van a ser ingresados en las nuevas celdas con un régimen de máxima seguridad.
“Las maras, las pandillas y otros grupos pequeños de criminales, son los que más daño le causan a la población hondureña, por la extorsión y un montón de cosas, ahora no podrán seguir haciendo sus fechorías”, afirmó.
Las maras y pandillas ya no estarán juntas, cada uno estará en su módulo de máxima seguridad, para evitar que busquen ingresar armas, que se generen enfrentamientos y se manejarán bajo fuertes controles, no habrá privilegios.
El general también reveló, que además, se instalará un sistema de monitoreo de cámaras en tiempo real, parecido al del Sistema Nacional de Emergencia 911, con una central, que estará en las oficinas del INP de Tegucigalpa, “esas áreas de máxima se estarán monitoreando día y noche”, sentenció.
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