Tegucigalpa, Honduras. Hay votantes que son fieles a los partidos, otros que miran el perfil del precandidato, pero también hay quienes se basan en la situación sociopolítica del país o de las instituciones políticas para ejercer el sufragio.
Todo esto pesa al momento de atraer votantes, por eso las tres fuerzas políticas de Honduras no han podido mantener el número de electores en los últimos tres procesos electorales primarios.
Los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), publicados en el Diario Oficial La Gaceta, muestran cómo los partido Nacional, Liberal y Libertad y Refundación (Libre) pierden o ganan electores en cada elección primaria, todo depende de las crisis políticas que viven los partidos, la situación del país o de quién esté en el poder, dicen analistas.
Por ejemplo, los reportes del CNE evidencian que en las elecciones primarias de 2012 y 2017, el Partido Nacional fue el único que creció en electores, mientras que los liberales y en Libre perdieron votantes.
Para los analistas consultados por EL HERALDO Plus la variación en la tendencia de los votos dependerá directamente de la asistencia de los electores a las urnas a nivel nacional.
Pero que en “el caso del Partido Nacional no debería tener problemas de lograr un millón de votos. Con el Partido Liberal quizás sea la gran incógnita, pero el promedio anda entre 750 a 850 mil. Ahora, Libre tiene a su favor el hecho de que está en el gobierno y puede tener votos subsidiados, pero estimo que su masa electoral ronda entre 550 mil y 600 mil votos”, señaló el analista Miguel Cálix.
El abogado Oliver Erazo, por su parte, analizó que al ver el caudal electoral, “el primer lugar lo tendrá el Partido Liberal. En segunda posición, los nacionalistas, porque se van a repotenciar y se va a volver a consolidar el bipartidismo. Y por último, Libre porque ya no hay tiempo para cumplir promesas de campaña, porque ya no hay tiempo para seguir metiendo más presos como parte de la guerra de juicios”.
“Y el Partido Nacional va a seguir conservando por lo menos un núcleo duro de votación, no menos, de setecientos mil votos”, precisó.

¿Liberales han estado en la llanura?
En los comicios primarios de 2012, el Partido Liberal obtuvo un poco más de 719 mil votantes, aunque en las elecciones de 2017 la cifra se vino en picada, pues perdió una buena parte del caudal electoral.
Los datos del CNE indican que en estos comicios, el partido de la bandera rojo, blanco, rojo, registró los números más bajos de votantes, al menos al analizar los últimos tres procesos primarios. En 2021, por su parte, se observa un aumento significativo, incluso por encima de los electores que alcanzó en 2012.
Este aumento fue evidente, al igual que en Libre, pero no entre el partido de la estrella solitaria.
El analista Miguel Cálix recalcó que el Partido Liberal no volvió a ganar una elección por la “crisis del 2009 y el 2011”, la primera por el golpe de Estado y la segunda por la fundación de Libre.
Recordó que el Partido Liberal es el más viejo de todos y que “antes del 2009 había gobernado el 80% de todas las elecciones, sólo había perdido dos: la de Maduro y la de Callejas. Eran cinco gobiernos liberales contra dos gobiernos nacionalistas. Realmente era apabullante el control del liberalismo”.
El experto argumentó que “en las elecciones del 2017 y 2021 -el liberalismo- se vio afectado por la polarización del voto, pero sí en esta ocasión se viera beneficiado del mismo efecto podría terminar venciendo a Libre”.
En los comicios de 2021, el Partido Liberal obtuvo más de 778 mil votos, aunque sólo el 87% fueron válidos. Este porcentaje fue superior al de 2012 y 2017, cuando los votos válidos correspondían al 86% del total de personas que mostraron su apoyo a ese partido.
Esto también tiene un impacto en los partidos, ya que muchas personas votan, pero dejan la papeleta en blanco o, en otros casos, no lo hacen de forma correcta, por eso no se toman en cuenta ni suman a los resultados.
Ante esto, el precandidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, alardeó que los votos de esa institución política van a superar tanto al Partido Nacional y a la masa del Partido Libre, que está en el poder.
“Yo, por ejemplo, llevo un voto duro de 700 mil. Ahora, Cálix me dijo que espera alrededor de 400 a 450 mil votos y falta incluir a los otros movimientos”, aseguró.
Nasralla, quien también ha dicho en varias ocasiones que se lleva gran parte del voto duro de Libre, es del criterio que este proceso electoral ayudará a, por fin, sacar al partido rojo, blanco, rojo de la llanura.

Libre espera consolidar su electorado
Al igual que en el Partido Liberal, Libre perdió votantes para las primarias de 2017, solo que en mayor escala. Al comparar las 594,531 personas que dieron su voto de confianza a esa institución política en 2012 frente a los 461,825 de 2017, observamos una notable baja.
En ese proceso, Libre llevaba tres precandidatos presidenciales: Nelson Ávila (movimiento 5 de julio), Xiomara Castro (apoyada por 7 corrientes de Libre) y Rasel Tomé (por el MRP).
Los resultados del CNE muestran que Castro quedó como candidata de cara a las generales, pero también que ese partido perdió más de 132 mil votantes.
“Para el 2017, ahí en ese momento, Libre a lo mucho obtuvo un poco más de 460 mil votos en lo mejor de sus temporadas electorales, suma que lograron cuando estaba el expresidente Hernández en el poder. En ese tiempo no era fácil hacer oposición, era útil por el tipo de gobernanza que mantenía el Partido Nacional”, señaló el analista Oliver Erazo.
Eso, quizás, aportó para que en 2021, en los últimos comicios primarios celebrados en Honduras, el caudal electoral de esa institución aumentara significativamente, pero no lo suficiente para alcanzar o superar la cifra de 2012.
Además, el número de votantes a favor de esa institución política era inferior al de los liberales y estaba muy por debajo del de los nacionalistas.
La situación cambió en las generales, pero para Erazo “no es que Libre creció en votos en el 2021, porque aquí hay que definir, cuando hablamos de voto y de crecimiento de voto duro como partido. Ellos ganan por una alianza que se compone por liberales que ahora ya no están en el partido libre”.
Por su parte, el dirigente de Libre, Gilberto Ríos defendió en diálogo con EL HERALDO plus que para estas elecciones primarias 2025 el partido de gobierno no tiene ningún problema con el voto interno. A su vez, comentó que el caudal electoral “se encuentra en crecimiento actualmente”.
“El problema es el voto indeciso, es decir el que no tiene una afiliación partidaria y puede ser presa de algún embuste, pero la mayoría de la gente ha visto las estadísticas de avance en el país”, añadió.

Caudal de los nacionalistas cayó
En el Partido Nacional la situación fue completamente diferente. Mientras el liberalismo y Libre perdieron votantes en las elecciones de 2012 y 2017, ellos aumentaron el caudal electoral.
Para ese entonces, los nacionalistas estaban en el poder, por lo que ese proceso sirvió para afianzar los resultados que sus simpatizantes esperaban: una demostración masiva de la fuerza política.
Así pasaron de más de 1.1 millones de votantes en las primarias de 2012 a más de 1.3 en 2017, cuando Juan orlando Hernández, actualmente preso en Estados Unidos por narcotráfico, quedó como el candidato nacionalista que participaría por ese partido en las generales.
Los analistas coinciden en que más del millón de votos para los nacionalistas en las elecciones pasadas, se debió a que el partido de la estrella solitaria se encontraba en el poder y con la disposición de todos los recursos, tanto financieros como logísticos.
Hoy, la situación para la institución política, de acuerdo Erazo, ha cambiado y mencionó que “es difícil adivinar que el partido pueda mantener la cantidad de electores o que pueda crecer, porque es un partido que comienza a sufrir el voto de castigo y la llanura como tal”, situación que ha vivido el Partido Liberal desde el golpe de Estado.
El también académico enfatizó que el nacionalismo está consciente de las malas negociaciones efectuadas en el Congreso por parte de la cúpula del Partido Nacional, y que el castigo de sus simpatizantes va ligado a la reducción de votos “porque tampoco han hecho una campaña para motivar a los nacionalistas a ir a votar masivamente”.
El político Miguel Cálix coincidió con Erazo, al explicar que “en el caso del Partido Nacional el voto en blanco reflejará un signo de protesta porque no hay innovación de liderazgo para estas próximas elecciones primarias”.
En comparación con el resto de fuerzas políticas, el Partido Nacional mostró en esos dos procesos primarios los números más altos de votantes y, aunque en 2021 perdieron notablemente simpatizantes, el caudal electoral todavía era superior al de los liberales y de Libre.
Para esos comicios primarios, según analistas, esta institución política tenía demasiados anticuerpos por señalamientos de varios de sus líderes políticos en actos de corrupción y, en otros casos, por estar vinculados con el narcotráfico.
Erazo explicó que “para el 2021 ya el Partido Nacional estaba en un desgaste natural del poder, donde lógicamente cometieron abusos, violaciones constitucionales y es una situación que no se lo podemos hacer olvidar a la población hondureña, porque es parte de nuestra responsabilidad como ciudadanía consciente y responsable”.
Los nacionalistas son conscientes de esta situación. El político del partido de la estrella solitaria, Fernando Anduray, declaró que existe una incertidumbre en cuanto al comportamiento del elector en las urnas para las próximas elecciones primarias 2025, debido a la falta de renovación y al poco posicionamiento del Partido Nacional frente a la sociedad civil.
“Por un lado tenemos el asunto de que no hubo una convención a nivel nacional para evaluar los pobres resultados de la elección de 2021, y por otro lado, tampoco hubo una renovación de autoridades que permitieran al partido hacer un reposicionamiento en los temas de opinión pública nacional”, puntualizó Anduray, dejando claro que el nacionalismo se encuentra dividido.
“La sociedad en general en el 2021 nos mandó a la llanura, nos infligieron una derrota enorme y nos dijo que teníamos que renovar ese partido”, reflexionó. A su vez, señaló que había que limpiar ese partido y que “debían de presentarse caras nuevas” a las próximas elecciones.
La opinión de Anduray, así como la de los analistas, deja claro que la variación en el caudal electoral de los partidos está relacionado con la coyuntura política y social, pero también se debe al malestar de los electores, quienes —en muchos casos— dan votos de castigo por el actuar de los líderes políticos.