Columnistas

Mes del matrimonio y la familia

Papa Francisco: La familia es un tesoro precioso y no 'una pieza de museo'.
En nuestra América Latina y el Caribe, con desconsuelo se observa como la familia pierde peso cuantitativa y cualitativamente. Cuantitativamente, porque cada vez hay más gente que está viviendo fuera de la estructura familiar; viven solas o con otros, pero sin formar un núcleo familiar.

Cualitativamente, pierde capacidad educadora y fuerza educativa. La familia ya no genera verdades. Los padres ya no son sabios, porque la sabiduría está en las «redes sociales, internet, en la televisión o en los noticieros». La globalización ataca los valores absolutos y no permite que existan criterios morales y éticos valederos.


El verdadero combate a la familia se ha presentado hoy día de manera preferente en dos direcciones: 1) crisis de valores y exaltación del sexo, por un lado, y 2) incapacidad e inmadurez afectiva y temor a asumir responsabilidades, por otro. Si a ello, unimos la “secularización” cada vez mayor de la vida, la facilidad con que se crean y rompen uniones, el mismo hecho de la permisión legal del aborto o la injerencia excesiva de organismos e instituciones “extra familiares en la educación” tendremos un cuadro bastante claro del panorama con el que la familia se encuentra actualmente.


Con signos esperanzadores desde el inicio del septenio (2013-2019) la Iglesia católica emprendió novedosas iniciativas en torno al “matrimonio y la familia”. El 8 de octubre de 2013, el Papa Francisco convocó el “Sínodo de los Obispos sobre la Familia” bajo el lema: Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización realizado en octubre 2014. Esta antesala sinodal de carácter “consultiva” se desarrolló en un clima de gran libertad y en un estilo de escucha mutua permitiendo configurar una voluminosa y actualizada información sobre la situación real de la familia en el mundo actual.


Al terminar el evento eclesial antes citado, el Papa Francisco convocó como seguimiento un segundo Sínodo de los Obispos sobre la Familia sobre el tema La vocación y la misión de la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo, celebrado en el mes de octubre 2015, el cual “profundizó la reflexión de las propuestas recopiladas en el primer Sínodo”.


La culminación de este intenso recorrido sinodal iniciado en octubre 2013 y concluido en octubre 2015, ha sido la publicación de la Exhortación apostólica post-sinodal sobre el amor en la familia “Amoris laetitia” (“La alegría del amor”) publicada en abril 2016, por el Papa Francisco. El texto, de carácter pastoral, no doctrinal, ni normativo, resume las propuestas y sugerencias emanadas de los dos Sínodos, más sus aportes personales, ofreciéndonos una apasionada y franca reflexión pragmática sobre el significado de la vida en familia en el mundo actual.


Como otro aporte personal del Papa Francisco, durante los dos años de duración del itinerario sinodal dedicó sus Audiencias Semanales (días miércoles) a la impartición de un ciclo de “33 Catequesis” centradas en los protagonistas de la familia y temas de reflexión sobre la familia.


Por otra parte, dada la trascendencia y relevancia del tema familia para la Iglesia de hoy día el Papa Francisco instituyó tres organismos de atención directa y exclusiva a la familia: “El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida (2016); El Nuevo Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las ciencias del matrimonio y de la familia (2017); El Observatorio Internacional de la Familia» (2018).


Otra actividad de suma relevancia a cargo de la Iglesia ha sido los «Encuentros Mundiales de las Familias» que se celebran cada tres años. Los dos últimos han tenido lugar en Filadelfia, EE.UU. (2015) y en Dublín, Irlanda, (2018) contando con la asistencia del Papa Francisco. También, destacan los “Viajes Apostólicos Internacionales” del Papa Francisco los cuales han estado colmados de encuentros con las familias del mundo.
Más recientemente, la Congregación para la Educación Católica del Vaticano público el documento “Varón y mujer los creó” (junio 2019) con la intención de ofrecer algunas reflexiones que puedan “orientar” y “apoyar” a cuantos están comprometidos con la “educación de las nuevas generaciones” a “abordar metódicamente” las cuestiones más debatidas sobre la sexualidad humana, “a la luz de la vocación al amor a la cual toda persona es llamada”.


Sin lugar a dudas, todas las iniciativas emprendidas por el Papa Francisco le corresponde llevarlas a cabo a las “Pastorales de la Familia”. Las Iglesias particulares (parroquias, cuasi parroquias) deben ser conscientes de su responsabilidad como el sujeto activo más inmediato y eficaz para la actuación de la pastoral familiar.


Hoy en día, las pastorales de la familia deberán revestirse de su mayor talento, creatividad y asertividad calculando con acierto sus propios estilos, métodos y modalidades de acercamiento a los núcleos familiares. Los constantes fracasos matrimoniales sobre todo de parejas jóvenes, la acelerada brecha digital que arrastra a miles y miles de personas, obnubilando su sentido común personal y su verdadera razón de su existencia humana.
Mucha es la ayuda que los fieles laicos pueden dar a la familia desde el ámbito de su profesión y de su experiencia. Su aportación puede ser de gran valor en la superación de las dificultades y problemas familiares. Para ello, se ha de cuidar la formación de personas especialistas en los diversos campos del saber que afectan a la familia para que, desde una antropología adecuada, pueda prestar el apoyo cualificado que necesita la pastoral familiar en sus diversas instancias.